jueves, 12 de julio de 2012

Echo de menos sentirme tan parte de algo, como de mi misma, hace meses había descubierto vida lejos de mi egoista percepción, porque aprendemos con lo sencillo que la vida va mas alla que la nuestra propia, y solo lo nuestro es lo que parece lo adecuado y lo mejor.
 Pero el regalo de sentirse tener dos casas, de que tu vida haya tomado sentido despues de 18 años, la pena de que esa sensación se haya esfumado y ahora ya nada sea como antes, los aviones parece que pesan al aterrizar, las palabras parece que se miden para no herir, y para no abusar de ellas en su buen sentido, y lo peor es que si supiera el por que de verme en carencia de un hogar, porque ya no me parecía asi ni siquiera el mio, es no saber que es lo que paso.

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